DevOps y el ciclo de vida de las aplicaciones

DevOps influye en el ciclo de vida de las aplicaciones a lo largo de las fases de planeamiento, desarrollo, entrega y uso. Cada fase depende de las demás y las fases no son específicas de un rol. En una auténtica cultura de DevOps, todos los roles están implicados de algún modo en todas las fases.

Plan:
En la fase de planeamiento, los equipos de DevOps conciben, definen y describen las características y la funcionalidad de las aplicaciones y los sistemas que van a crear. Realizan un seguimiento del progreso tanto de forma general como de forma pormenorizada, desde tareas de un único producto hasta tareas que abarcan carteras de numerosos productos. La creación de registros de trabajo pendiente, el seguimiento de los errores, la administración del desarrollo de software ágil con Scrum, el uso de paneles Kanban y la visualización del progreso son algunas de las formas en las que los equipos de DevOps planean con agilidad y visibilidad.

Desarrollar:
La fase de desarrollo incluye todos los aspectos de la programación (escritura, pruebas, revisión e integración del código por parte de los miembros del equipo) y la compilación de ese código en artefactos de compilación que se pueden implementar en varios entornos. Los equipos de DevOps buscan innovar con rapidez sin sacrificar la calidad, la estabilidad ni la productividad. Para ello, utilizan herramientas muy productivas, automatizan los pasos cotidianos y manuales, e iteran el código en pequeños incrementos mediante pruebas automáticas e integración continua.

Entregar:
La entrega es el proceso de implementar aplicaciones en entornos de producción de un modo constante y confiable. La fase de entrega incluye también la implementación y la configuración de la infraestructura básica totalmente gobernada que constituye esos entornos.

En la fase de entrega, los equipos definen un proceso de administración de versiones con fases de aprobación manual claras. También establecen puertas automáticas que mueven las aplicaciones de una fase a otra hasta que están disponibles para los clientes. La automatización de estos procesos hace que estén controlados y sean escalables y repetibles. De este modo, los equipos que practican DevOps pueden realizar entregas con facilidad, confianza y tranquilidad.

Funcionamiento:
La fase de uso implica mantener y supervisar las aplicaciones, así como solucionar los posibles problemas, en los entornos de producción. Al adoptar prácticas de DevOps, los equipos trabajan para asegurar la confiabilidad, la alta disponibilidad y el objetivo de ningún tiempo de inactividad del sistema, al tiempo que refuerzan la seguridad y la gobernanza. Los equipos de DevOps buscan identificar los problemas antes de que afecten a la experiencia del cliente y mitigarlos rápidamente a medida que surgen. El mantenimiento de esta vigilancia requiere una telemetría muy completa, alertas que permitan tomar medidas y visibilidad total de las aplicaciones y del sistema subyacente.

Por: Microsoft.

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